domingo, 17 de junio de 2012

Giro 14 EL TUERTO ENTRE LOS CIEGOS

Había una vez un tuerto que entre los ciegos no quiso ser el rey. Era el súbdito que mejor vida llevaba. Nunca despertó envidia alguna porque nadie nunca pudo ver sus saltos de felicidad y las ventajas de mirar por un ojo. Un día, dijo a todos que era tuerto pero nadie le creyó. Era tan afortunado que hasta un rey ciego tenía a su servicio, pero era imposible que el pueblo pudiera imaginárselo siquiera.